UNO Noviembre 2020

TECNOLOGÍA y PANDEMIA: ¿DOS CARAS de una MISMA MONEDA?

El hackathon global que estamos atravesando para combatir la pandemia del coronavirus revolucionó el mundo y la forma de liderar los cambios abruptos que estamos viviendo. Cambios sociales, económicos, políticos y hasta culturales. 

Vivimos en un mundo en donde al parecer podemos conectarnos con miles de personas a la vez, pero también podemos sentirnos más solos que nunca. Un mundo en donde abundan los likes, pero donde también escasean los abrazos. 

Un mundo que parece que se está volviendo loco, pero en donde, sin embargo, hay mucho más de lo que se ve en la superficie. Un mundo en donde cambió radicalmente la forma de liderar en las organizaciones y se modificaron los modelos organizacionales.

Porque además de estar viviendo una pandemia, estamos en una infodemia, en donde abunda la información y a veces es necesario reflexionar sobre los diferentes enfoques de este contexto.

La tecnología fue gran responsable de combatir económica, epidemiológica y socialmente la pandemia desde dos grandes perspectivas. Una más apocalíptica y una más integrada. Una más crítica y una que fomenta a la desesperación.

Desde las preocupaciones de privacidad de nuestros datos personales hasta la creación de una vacuna en tiempos récord nunca antes imaginados. Estamos viviendo el primer momento de la humanidad en que todo el mundo está preocupado por resolver el mismo tema. Se inició un hackathon global para combatir la pandemia.

Se impulsó la evolución tecnológica. Muchos sectores tuvieron que adoptar forzosamente tecnología y de repente nuestros padres empezaron a mejorar sus habilidades digitales y se pudo disminuir la brecha digital entre generaciones. 

Cientos de miles de pequeñas y medianas empresas vivieron gracias a las plataformas de comercio electrónico y cambiaron las formas de hacer negocios.

Estamos viviendo el primer momento de la humanidad en que todo el mundo está preocupado por resolver el mismo tema. Se inició un hackathon global para combatir la pandemia.

Pareciese que gran parte de la población está sumergida en un paradigma de conexión permanente y contacto perpetuo 24/7, ¿estaremos pasando a un nuevo paradigma que nos estamos cuestionando sobre el derecho a la desconexión? En este contexto, parece que lo perdimos. Se descontrolaron las reglas. ¿Es posible desconectarnos en estas condiciones?, ¿o no lo tenemos como opción? Los niveles de ansiedad son cada vez mayores. Incluso, hoy mueren más personas por depresión que por obesidad.

¿Cómo debería de ser la ley del teletrabajo?, ¿el home office llegó para quedarse? Indudablemente las compañías en 2021 van a seguir trabajando de este modo. Ahora, ¿nuestras casas están preparadas para eso?, ¿tenemos las herramientas, el espacio?

Simulamos tanto la presencia con la tecnología, que ya no sabemos si realmente estamos o no ahí. Cada vez hay más interacciones mediadas. ¿Zoompleaños?, ¿casamientos por videollamada?, ¿funerales por Zoom?, ¿estamos realmente ahí o estamos simulando la presencia?

En los últimos 20 años tuvimos un debate, sobre todo en la educación superior, de revalorar las disciplinas STEM (acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) frente a las disciplinas humanitarias, las artes y las ciencias sociales. ¿Estamos generando este mismo nivel de debate en las nuevas formas de liderazgo frente a los avances tecnológicos y sociales que estamos viviendo en este siglo XXI?

Podemos decir entonces que el COVID-19 resultó ser un catalizador de la tecnología, es decir que aceleró procesos que veníamos postergando. Yo propongo que sigamos en este camino. Que aprendamos de los errores. Que no esperemos más a tener todo un trabajo terminado para poder transformar los procesos. Prototipemos y mejoremos en el proceso. Avancemos más rápido.

Personalmente creo que el liderazgo del futuro nos requiere generar pensamiento crítico y una manera de encarar los problemas. Debemos incentivar las habilidades cognitivas que van mucho más allá de las herramientas tecnológicas. Es clave tener un enfoque multidisciplinario.

Los anticuerpos (no biológicos) que tendremos producto de todo esto, de haber pasado este escenario, nos darán enseñanzas que otras generaciones no tendrán. Nos encontramos más unidos en muchos aspectos. Se terminó el ciclo de individualismo para dar lugar al trabajo en equipo.

El COVID-19 resultó ser un catalizador de la tecnología, es decir que aceleró procesos que veníamos postergando.

Entonces, ¿qué les parece si buscamos un punto medio entre el relacionarse directa y productivamente con la tecnología y al mismo tiempo no perder todo aquello que nos hace felices, como un asado con amigos o un encuentro en donde nos miremos más a los ojos y menos por la pantalla?

Todo evento trascendente puede observarse con diferentes miradas. Yo creo… que la pandemia nos regaló una oportunidad. ¿Y vos?, ¿con qué mirada elegís observar lo que está pasando?

Joan Cwaik
Gerente de marketing para Latinoamérica en Maytronics
Licenciado en Gestión de Medios y Entretenimiento (UADE) y posgraduado en Convergencia Multimedial (UBA) y candidato del MBA del IAE Business School. Actualmente es Gerente de Marketing para Latinoamérica en Maytronics. Es docente de la Universidad Argentina de la Empresa y divulgador. En 2017 la revista Forbes Argentina lo eligió como uno de los seis jóvenes sub-30 más influyentes de la Argentina y en 2019 fue distinguido por el Instituto Nacional de Juventud de Presidencia de la Nación y el Organismo Internacional de Juventud como uno de los Jóvenes Argentinos Destacados de 2019. En 2020, publicó 7R, su primer libro con la editorial Penguin Random House.

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